Productividad vs calentamiento de silla

12.06.2012 16:14

El hapiness management persigue la felicidad de los clientes a través de la felicidad de los empleados

Como sentenció recientemente el presidente de Mercadona, Juan Roig, “si los españoles no se ponen las pilas y trabajan más” vendrá la intervención.

Una vez le hemos dado la bienvenida a la polémica medida de socorro a nuestra economía, ahora toca la parte en la que nos esforzamos. No vamos a hacer una disertación sobre las causas que han llevado a nuestro país a esta situación, y más cuando hemos sabido, según revela el Diario QUÉ, que un 54% de los españoles trabaja más horas desde el inicio de la recesión. Consideramos más provechoso contemplar cómo podemos mejorar nuestro estatus laboral, si lo que nos marcan desde fuera, es que no están los tiempos para ver aumentados nuestros sueldos, aunque nuestro rendimiento sea mayor.  Es aquí cuando entra en acción una palabra, un concepto, una nueva filosofía; el teletrabajo. Si no vamos a ganar más, al menos trabajemos más a gusto. Este es el nuevo mantra al que podemos acogernos. Son muchas las páginas que se han llenado hablando de lo que les cuesta a las empresas los trabajadores que fuman, pero el error está en que hemos tomado la unidad de medida errónea. Las empresas valoran a sus trabajadores en función de su presencia y no de su productividad

Hace tiempo vi un reportaje en el que un español que trabajaba en uno de los mitificados países nórdicos, disfrutaba de un horario “abierto” en el que, cuando el susodicho personaje lo creía conveniente, acudía a la empresa para ponerse manos a la obra. De este modo y con un sistema de “fichado” el contratado en cuestión sumaba a lo largo de la semana las horas acordadas. El curioso empresario que ideó este procedimiento argüía que, de este modo, en su empresa la gente acudía feliz al trabajo y eso favorecía la productividad. En grandes empresas como Indra, que cuenta con 35.000 trabajadores en todo el mundo, este tipo de medidas supone, además, un ahorro en espacio y costes, ya que el empleado trabaja a distancia desde su casa.

En un país en el que el “calentar la silla en el trabajo” debería considerarse a estas alturas deporte nacional ¿cómo sería un cambio que persiguiera la productividad en vez de las largas jornadas laborales? En Imam Comunicación tenemos nuestra particular forma de evolucionar hacia una mayor comodidad en el trabajo. Desde el mes de junio y para evitar los atascos y el calor, por las tardes, en Imam Comunicación, nos acogemos al sistema del teletrabajo. Sencillo, pero brillante. Ya sea para conciliar la vida familiar, para ahorrarse el desplazamiento o para evitar las jornadas maratonianas en la oficina, esta modalidad de empleo está de moda. Los ayuntamientos lo califican de eficiente y algunos van más allá al afirmar que pretende evitar incluso lastras como las bajas laborales.

Las redes sociales, internet y la posibilidad de llevar a cabo reuniones a través de una videoconferencia, solo con disponer de un ordenador hacen que esta realidad se instale cada día en más empresas. Con una sede en Madrid y otra en Ibiza, Imam Comunicación se beneficia de lo que ambos lugares pueden aportarle a la empresa y gracias a los avances en la tecnología ahora ya no supone ningún problema.

Siguiendo la teoría del Hapiness Marketing aplicado de puertas para dentro en la empresa. Los directivos modernos se rigen por la máxima de que “un trabajador feliz cunde más”. En este contexto lo que se busca en líneas generales es sencillo; la felicidad. En Imam queremos continuar con el Plan Sonrisas, olvidarnos de rescates y ponerle al mal tiempo, buena cara. Para ello, no necesitamos millones de euros venidos desde Europa, capearemos los malos momentos gracias al teletrabajo.

Como explica Rafael Cera en su artículo sobre el Hapiness Management, en un pasado las empresas parecían querer dar la felicidad a sus clientes y empleados pero en el fondo salía a relucir que únicamente deseaban hacer dinero. Una evolución de ésta forma de actuar intenta perseguir la felicidad de los usuarios a través de la felicidad de todos los integrantes de la empresa. Esta modalidad de trabajo toma en cuenta desde los directivos hasta los accionistas, los trabajadores y por ende, también los clientes.

Continuamos con el Plan Sonrisas y lo hacemos evolucionar al Plan Sonrisas 2.0 que no necesita dinero para ponerse en marcha, y nos regala lo más preciado que tenemos, el tiempo.

 


www.imamcomunicacion.com