Lo que la verdad esconde
Ibiza, 13 de abril de 2012 (Alberto Valdivielso)- El significado de la palabra verdad abarca desde la honestidad, la buena fe y la sinceridad humana en general, hasta el acuerdo de los conocimientos con las cosas que se afirman como realidades. Algo muy relativo en nuestro trabajo como profesionales de la información y que varía más cuando trabajas en un gabinete de prensa. Al igual que en la famosa película del año 2000 protagonizada por Harrison Ford y Michelle Pfeiffer, “Lo que la verdad esconde”, cuando un departamento de prensa organiza un evento para un cliente “no es oro todo lo que reluce”. Un consejo de nuestro célebre refranero que pocas veces nos defrauda.
Igual que Pfeiffer sentía cosas raras en el film como palabras escritas en cristales empañados, aparatos que se encendían solos o veía fantasmas que la aterrorizaban, en ocasiones, cuando se le encarga a un gabinete de prensa la organización de un evento, a sus profesionales les entra un sentimiento de terror y pánico. No por el miedo a enfrentarse al “¿cómo lo haremos?”, sino a qué cambios y problemas surgirán durante el camino hasta el ‘Día H’.
Todos creemos que organizar un evento en el que contamos con celebrities, políticos, personalidades y mucho glamour es divertido y no andáis muy lejos, pero con matices. Detrás de lo que los asistentes y amigos ven durante el ‘Día H’, hay un sinfín de llamadas perdidas que nos han hecho bailar de operadora en operadora alternando frases como: “te paso la llamada” o “llame más tarde que ahora no le puede atender”. Y esto sólo es el principio, los problemas inesperados en la cartelería, folletos y videos que nunca llegan, o sorpresas de celebrities que, en su afán de no se sabe muy bien qué, deciden cambiar cualquier cosa repentinamente. Caprichos que se multiplican de forma inversamente proporcional a los minutos que faltan hasta que empiece el evento.
“El cliente siempre tiene la razón” pero, en ocasiones, se hace complicado ajustarse a esta máxima, sobre todo cuando horas antes de dar comienzo a todo, se hace indispensable cambiar todo lo acordado y volver a empezar el trabajo. En esas ocasiones, dejamos nuestras plumas y portátiles para convertirnos, teléfono en mano, en cualquier profesional que se necesite para hacer realidad la nueva “hoja de ruta”. Creamos decoración de la nada y escondemos sin dejar rastro todo aquello que no se ajuste a la nueva idea, reorganizamos invitados y le damos la vuelta a todo.
Detrás de cada evento que se organiza desde Imam Comunicación ya sea un desfile de moda, un torneo deportivo, una conferencia médica o una mera rueda de prensa, brotan un sinfín de complicaciones que consiguen que cada día sea emocionante y te haga superarte a ti mismo como periodista, interiorista, piloto de carreras o lo que haga falta.
Retomando a Michelle Pfeiffer en “Lo que la verdad esconde”, al principio nos aterrorizaban los eventos pero hemos desarrollado un sentimiento de “amor odio”. Por ello, y por suerte, toreamos los contratiempos y sin saber cómo, siempre salimos del paso consiguiendo que los invitados jamás perciban dichos cambios de ruta. El estrés se convierte en adrenalina, que da paso al orgullo y desaparece cuando en el ‘Día H’ compruebas que todo lo vivido los días y meses previos acaban con una palmadita en la espalda y un “todo ha salido perfecto”.