Protocolariamente correctos, fascinantemente presentados y precisamente publicados
Si recibimos una invitación a una boda en la costa nuestro atuendo se compondrá de ¡un bañador y chanclas! Visualicemos una playa en pleno verano y a la orilla del mar, con un calor sofocante y la arena crepitando bajo nuestros pies. Llega un familiar y nos invita a tomarnos un chocolate caliente con churros. Ahora imaginemos la misma playa pero cubierta de enormes y congelados copos de nieve cuajando a nuestro alrededor y ese mismo familiar a nuestro lado instándonos a que nos zambullamos en el agua. Hay situaciones en las que es fácil discernir entre lo que es correcto, adecuado y preferible. Pero ¿alguna vez se ha preguntado qué tiene que tener en cuenta su empresa para tener éxito en las redes sociales? Es muy simple, publicar contenido interesante en el momento preciso. Pero ¿es tan fácil como parece?
Según un estudio publicado por la consultora norteamericana Virtue, en un trabajo realizado a lo largo de tres años sobre el comportamiento de los usuarios de Facebook, el mejor momento de actualizar los perfiles de empresa es por la mañana. Pero ¿por qué? Las actualizaciones de los usuarios privados en esa franja de tiempo son mucho menores por lo que la información que publiquemos sobre nuestra compañía estará visible durante más tiempo. Este pequeño detalle se traduce en que, según dicho informe nuestras noticias serán un 39,7% más comentadas. Pero publicar por la mañana no nos asegura el éxito, también hay que tener en cuenta la segunda variable, que el contenido que publiquemos sea de interés para nuestros seguidores. De nada sirve que colguemos en nuestros perfiles y páginas de empresa todo lo que se nos pase por la cabeza ya que nuestros seguidores no estarán dispuestos a ocupar toda su mañana en leer nuestros comentarios y menos si éstos no les traen ningún beneficio. Además, cabe la posibilidad de que, si les parecemos pesados, nos eliminen.
El protocolo en las redes sociales es ya una realidad. Nuestros usuarios, escondidos detrás de sus pantallas, exigen unos determinados cuidados. Gracias al anonimato que conlleva la red, no están sujetos a ningún tipo de atadura y pueden eliminar nuestros perfiles al menor indicio de aburrimiento o molestia. Por eso, es importante que al menos, tomemos en consideración tanto las cosas que publicamos como la forma en la que se las hacemos llegar para no cruzar la delgada línea que separa la amistad virtual del aislamiento.
Profundizando más en el tema, según dicha empresa norteamericana, existen tres picos de actividad en Facebook durante los días laborales que coinciden con las 11h, las 15h y las 20 h siendo el día más productivo el miércoles seguido por el jueves y el martes. En cambio, las horas con menos visitas de la semana son entre las 14h y las 18h de los domingos. Evidentemente, estos estudios se refieren a una media entre los usuarios de Facebook en Estados Unidos. Pese a que los datos pueden extrapolarse a Europa, también cabe tener en cuenta otras variables que dependerán del público al que nos queremos dirigir y del tiempo que necesitan para leer nuestras aportaciones.
Pero los expertos van más allá y aseguran que no basta con estas dos variables. Aunque seamos tremendamente interesantes e increíblemente oportunos en nuestras apariciones, también tenemos que pararnos a reflexionar sobre el rumbo que toman nuestras empresas en Facebook. ¿Por qué estoy en las redes sociales? ¿Quiero incrementar ventas? ¿Acaso mejorar la atención al cliente? ¿Mis objetivos son a corto, medio o largo plazo? ¿Qué hace que mi perfil sea diferente al de las demás marcas? ¿Puedo generar regularmente suficiente contenido de calidad para satisfacer a mis contactos? ¿Cuánto tiempo voy a dedicarle diariamente? ¿Qué funciona? ¿En qué redes puedo optimizar mi empresa? ¿Tengo un plan B? ¿Cómo mido el éxito? Existen cientos de preguntas a la hora de poner en marcha un perfil fructífero ¿Confundido? Esto no ha hecho más que empezar.