JACK REACHER, MUCHO MÁS QUE UNA PREMIERE

21.12.2012 12:20

 

 

 

Ya lo decía Confucio: “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. El más reciente para mí ha sido la première de Jack Reacher, el último film del director Christopher McQuarrie, protagonizado por Tom Cruise y Rosamund Pike, quienes desfilaron por la “alfombra azul” antes de la proyección de la película en Madrid.

A lo largo de la plaza de Callao, y durante algo más de una hora, el actor hollywodiense estuvo firmando autógrafos a todos los que allí se acercaron, a pesar del frío que hacía en la capital. Todo el mundo quería hacer la foto perfecta, tanto los fans como los periodistas que cubrían la noticia: situarse los primeros, entrar en directo o tener la exclusiva. Cuando la prensa ofrece su mejor ambiente y se escucha el sonido de los flashes, ahí empieza el espectáculo.

Quienes no dedicamos a esta aventura de la comunicación ligada a la organización de eventos, sabemos que es un estrés, en ocasiones infernal, que bordea todos los músculos del cuerpo haciendo especial hincapié en el estómago.

Son meses de antelación de cientos de llamadas, miles de mail, viajes, broncas, alegrías, decepciones, y sobre entusiasmo, mucho entusiasmo para que todo salga perfecto. Claro que siempre hay que contar con imprevistos y circunstancias que puedan “amenazar” con echar por tierra el trabajo de muchos profesionales durante varios meses. En este caso, varios manifestantes, la lluvia y algún contratiempo sobrevoló este acto, eso sí, sin lograrlo, ya que todo el equipo de la película disfrutamos de la première.

Otro aspecto que no podemos olvidar son los participantes en el evento, hay personas, y yo me siento afortunada, con los que trabajar es un placer, gente resolutiva a los que nunca les falta una sonrisa, y así da gusto. Y si además, si el “prota” es alguien como Tom Cruise, “muy profesional, meticuloso, gran conocedor del poder del marketing, los fans y la prensa al que no le falta sentido del humor y siempre con ese punto de amabilidad que a más de una vuelve loca”, como le define mi querida Amalia Enríquez,  la cosa cambia, y mucho.

 

Aun así, y aunque todos los factores vayan en la misma dirección, hay que tener en cuenta todos los detalles por pequeños que sean. Me enviaron hace poco un correo para que pudiese entender “esos pequeños detalles de la vida” sobre un profesor de filosofía que, sin mediar palabra a sus alumnos, cogió un bote vacío y lo llenó de pelotas de golf. Después preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí. Así el profesor cogió una caja llena de canicas y la vació dentro del bote. Las canicas rellenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar si el bote estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí.

Después el profesor cogió una caja de arena y la vació dentro del bote. La arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor preguntó de nuevo si el bote estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un sí unánime. El profesor rápidamente sacó dos botellas de agua de debajo de la mesa y vació su contenido en el bote y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena. Los estudiantes rieron.

Al final explicó que el bote representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, los hijos, la salud, los amigos, el amor, aquellos que te apasionan, son elementos que no precisan de nada más para que nuestras vidas estén llenas. Las canicas son las otras cosas que nos importan, como el trabajo, la casa, el coche,...la arena es todo lo demás, las pequeñas cosas. Y el agua, instantes de felicidad absoluta en los que logramos conjugar todos esos universos.

Si ponemos la arena en el bote en primer lugar no habrá espacio para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con nuestra vida, si utilizamos todo nuestro tiempo y nuestra energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos espacio para las cosas realmente importantes.

Así que, no hay mucho más que decir, a Jack Reacher le podréis ver en la gran pantalla el próximo 11 de enero. Y el trabajo, ser una gota de agua de premieres como esta, hace que personas como yo sintamos en algunos momentos que hay botes que por fortuna, están maravillosamente completos. ¡manos a la obra!

 

 

 

 


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