#AgurETA

20.10.2011 21:56

 

#AgurETA es a esta hora TT en Twitter. En la red social que reina entre el gremio periodístico podemos saborear la satisfacción de profesionales que han cubierto más de 800 asesinatos de la banda terroristas y que no podían evitar emocionarse tras conocer el “cese definitivo de su actividad armada”. Eso sí, muchos señalaban la importancia de que nuestros gobernantes dejen ahora claro qué significa para ellos la exigencia plasmada por los terroristas para que “solucionen el conflicto”, mientras que otros afirmaban que no celebrarán nada hasta su completa disolución. Sin respiración hemos leído cómo comunicadoras de la talla de @anapastor compartían su voz quebrada con políticos amenazados que hoy se sentían liberados de los yugos que les atenazaban. A padres que dejaban de sentir un quemazón duro y firme en el estómago al salir de sus casas, y a ciudadanos de a pié que ya no tendrán miedo a opinar en un bar, en la calle o en la tienda de la esquina.

Han comparecido ante los medios @zapatero, @rubalcaba y @rajoy leyendo comunicados escritos por otros, sin permitir turnos de preguntas, e intentando ganar rédito político de un anuncio que se produce a un mes exacto de las elecciones, con más causalidad que casualidad. El mejor orador, @rubalcalba ha sabido parecer más humano, al permitirse la concesión de acongojarse por unos segundos.

#AgurETA, hasta nunca, no descansen en paz, recuerda que perdiste la razón el día que la impusiste por la fuerza, no olvides que eres la empresa más odiada de este país, una factoría de asesinos sin escrúpulos, un negocio gobernado por cuatro cerebros podridos y jaleado por miles de secuaces vacíos, yermos e inhumanos.

#AgurETA, tu presencia ha sido durante toda nuestra existencia, la muestra de que el hombre puede convertirse en el animal más despreciable.

#AgurETA y bienvenidas redes sociales que nos permitís tener la libertad de expresión que durante décadas algunos quisieron robarnos.

 

857 asesinatos y 43 años de terror

 

Manos blancas en la mayor manifestación de la que formé parte nunca. Lágrimas escuchando en la radio otro asesinato más. Irene Villa, una chica de mi edad, que blandía su sonrisa como arma desde las portadas de revistas. Aprender qué es un zulo, tras la liberación de Ortega Lara.

Rosa Díaz en una cena en la que nos relataba cómo se vive con el miedo cosido a los bajos del coche. Una amiga que se casa con un escolta de un gran dirigente político; su trabajo consistía en ser su escudo en caso de atentado. Terror a los grandes almacenes, a los aparcamientos de aeropuertos, al metro, a estaciones de autobuses.... San Sebastián, la ciudad más bonita de España. Sale una plaza de redactor en la Cadena Ser,  rechazar siquiera presentarles mi currículum; pavor a trabajar con una pistola en la nuca.

#AgurETA, bievenida libertad.

 


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